Cuando se habla de plantas, nadie piensa que pueden ser perjudiciales para la salud, más bien todo lo contrario.
¿Qué loco iba a pensar que los cereales, hortalizas, verduras iba a perjudicar nuestra salud?
En este artículo de hoy queremos que conozcáis más sobre las lectinas.
(Queremos que quede claro que no somos anti vegetariano ni anti vegano, pero creemos que esta información es importante).
Aunque las lectinas no solo se encuentran en las plantas, también pueden estar en animales y microorganismos.
¿Qué son las lectinas?
Cada ser vivo, está creado con la obligación de sobrevivir y transmitir sus genes a las generaciones futuras.
Las plantas han desarrollado una increíble variedad de estrategias de defensa para protegerse, o al menos sus semillas, de animales de todas las formas y tamaños, incluidos los humanos.
Los alimentos que necesitamos comer, tienen sus formas de disuadirnos para no ser consumidos.
Los vegetales tienen una variedad de elementos de disuasión física, como el color, para mezclarse con el entorno; una textura desagradable; sustancias pegajosas como resinas y savia que enredan a los insectos, o una simple dependencia de un revestimiento exterior duro, como el coco u hojas con punta de espina, como una alcachofa.
Las lectinas son el mecanismo de protección de las plantas.
Una lectina(1) conocida sería el gluten, tan dañino para algunas personas. Pero hay muchos más tipos de lectinas y están ocultas en las plantas que veremos más adelante y que comemos a diario.
Muy pocas personas han pensado en profundidad lo que son las plantas, pero podríamos decir que hacen “magia” porque convierten los rayos de sol en materia, a través de un proceso bien conocido como fotosíntesis.
Las lectinas se concentran principalmente en las semillas, hojas y raíces.
Las hojas suelen contener menos lectinas, un ejemplo de esto sería la lechuga romana o iceberg.
Por cierto, no quiero que confundas la palabra lectina con lecitina o leptina (la hormona de la saciedad) que aunque son términos similares no son lo mismo.
¿Cómo las lectinas ayudan a las plantas a defenderse de sus invasores?
Como ya hemos mencionado antes, las lectinas tienen elementos disuasorios para que no las consumas, pero cuando eso sucede, las lectinas en las semillas, granos, pieles, cáscaras y hojas de la mayoría de las plantas se unen a los carbohidratos (azúcares), y particularmente a los azúcares complejos llamados polisacáridos, en el cuerpo del depredador después de que consume la planta. (2)
Por eso, las lectinas se denominan “proteínas pegajosas”, ya que cuando se unen a las células, estas, pueden interrumpir la comunicación entre células.
Y de otro modo causar reacciones tóxicas o inflamatorias.
También hay que decir que no todas las personas son afectadas por igual, algunos son más sensibles que otros.
Por eso, los más sensibles, están más expuestos a la inflamación, virus, bacterias…etc. (3)
Pero además de que las lectinas pueden provocar problemas de salud, también pueden provocar aumento de peso.
Más adelante veremos que mecanismo utiliza para que cojas peso.
Diferentes tipos de lectinas que se encuentran en los alimentos
Los tipos de lectinas que a menudo se encuentran en los alimentos y pueden producir sensibilidad incluyen. (4)(5)
- Las prolaminas, como el gluten y la gliadina, son las lectinas solubles en alcohol que se encuentran en los cereales como el trigo.
También se encuentra en la cebada (hordeínas) y el centeno (secalinas).
- La aglutinina o hemaglutinina se conoce como la aglutinación de la sangre (aglutinación de células sanguíneas). Los ejemplos incluyen aglutininas de germen de trigo y de soja.
- Lectinas de cucurbitáceas, que se encuentran en la savia o jugo de pepino, melón y calabaza. (6)
- Lectinas de leguminosas, como judías blancas. En promedio, 15% por ciento de las proteínas de una judía son lectinas.
Algunas lectinas de plantas, como la ricina de ricino y las aglutininas, son muy tóxicas para los humanos y las ratas. (7)
La ricina puede causar aglutinación en la sangre y podría usarse en la guerra química y en los herbicidas genéticamente diseñados.
Según el Dr. William Davis en el libro Wheat Welly (8), la Ricina ha sido utilizada por terroristas de todo el mundo. “Gyorgy Markov, disidente búlgaro y crítico del gobierno soviético, fue asesinado por agentes de la KGB en 1978 cuando fue golpeado con la punta de un paraguas mezclado con ricina”.
La lectina WGA
Cuando limitamos el consumo de cualquier tipo de pan fabricado con harina de cereal, la mayoría de las personas piensan que es porque tiene carbohidratos.
Que es cierto, pero el principal motivo es este:
La aglutinina de germen de trigo (WGA) se encuentra en el trigo y en otros cereales.
La lectina WGA no es ni tan benigna como la lectina de espinacas ni tan tóxica como la lectina de ricina, está en un punto intermedio.
Esta lectina causa efectos nocivos en todos, independientemente de si tienes enfermedad celíaca, sensibilidad al gluten o no tienes problemas digestivos.
Esta lectina es tan tóxica que combina los efectos destructivos intestinales de enfermedad celíaca iniciada por gliadina y otras proteínas de prolamina del grano.
Si tienes enfermedad inflamatoria intestinal, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, las lectinas de granos intensifican la inflamación, lo que empeora los calambres, la diarrea, el sangrado y la mala absorción de nutrientes.
WGA es prácticamente indestructible.
No se ve afectado por la cocción, el hervor, la cocción o la fritura. WGA tampoco es destruido por el ácido del estómago.
- La WGA también bloquea la hormona leptina, que está destinada a cortar el apetito cuando la necesidad física de comer ha sido satisfecha.
En presencia de WGA, el apetito no se suprime, incluso cuando está lleno y saciado después de una comida.
- La lectina WGA también bloquea la acción de otra hormona muy importante llamada péptido intestinal vasoactivo (VIP).
Este péptido, juega un papel crucial en docenas de procesos y es parte responsable de:
- Activación de la liberación de cortisol desde las glándulas suprarrenales
- Modulación de las defensas inmunitarias contra bacterias y parásitos en el intestino
- Protección contra la destrucción inmune de la esclerosis múltiple
- Reducción de fenómenos que pueden provocar asma e hipertensión pulmonar (aumento de la presión en los pulmones)
- Mantener un equilibrio saludable del sistema inmunitario que previene las enfermedades inflamatorias del intestino, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa
- Promover el sueño y mantener los ritmos circadianos (ciclos día-noche)
- Participar en la determinación del gusto en la lengua
- Modulando la respuesta inmune e inflamatoria en la piel que nos protege de la psoriasis
La vía de bloqueo de este péptido, puede llegar a ser uno de los medios más importantes por los cuales el consumo de granos interrumpen numerosos aspectos de la salud.
Efectos nocivos de las lectinas
Las lectinas provocan multitud de complicaciones en tu salud, es difícil de creer, que los vegetales puedan crear toxicidad.
Lo hacen, de forma silenciosa y poco a poco, por eso no le das importancia, ya que no suele provocar síntomas de forma inmediata.
- Las lectinas son resistentes a la digestión y se absorben en el torrente sanguíneo
Son resistentes, las lectinas pueden soportar el calor y la digestión tanto en ratas como en humanos.
Se ha analizado que las lectinas de plantas también se han recuperado intactas en heces humanas. (9)(10)
Se pueden transportar fácilmente a través de la pared intestinal hacia la sangre. Piensa que la pared intestinal tiene el grosor de una célula, imagina, que trabajo tiene el revestimiento intestinal para prohibir el paso a invasores, hacia el torrente sanguíneo.
- Las lectinas altera el microbioma intestinal
Las lectinas reducen los niveles de proteína de choque térmico intestinal (iHSP), una proteína antiinflamatoria que es importante para una interacción saludable con las bacterias intestinales. (11)
Además, reduce la sensibilidad del revestimiento intestinal a la oxidación e inflamación.
A medida que la comida pasa a través del intestino, causa un daño muy pequeño en el revestimiento del tracto gastrointestinal.
Normalmente las células reparan este daño rápidamente.
Dado que el propósito del revestimiento de la tripa es dejar que pasen las cosas buenas y mantener contenidas las cosas malas, es importante que el sistema de reparación celular funcione con la máxima eficiencia.
Pero las lectinas pueden frenar esta rápida reconstrucción. (12)(13)
Nuestras células no pueden regenerarse tan rápido como lo necesitan para mantener seguro el revestimiento intestinal.
Por lo tanto, nuestras defensas intestinales naturales se ven comprometidas después de que el daño ocurra y la tripa pueda volverse «permeable», permitiendo que varias moléculas (incluyendo cosas que no queremos) pasen de un lado a otro en medio de la pared intestinal.
También es posible que no absorbamos otras cosas importantes, como vitaminas y minerales, adecuadamente.
Cuando se consumen suficientes lectinas, puede indicar a nuestro cuerpo que evacúe los contenidos gastrointestinales.
Esto significa vómitos, cólicos y diarrea.
- Las lectinas y el sistema inmunológico
Cuando las lectinas afectan la pared intestinal, también puede causar una respuesta más amplia del sistema inmunológico a medida que las defensas del cuerpo se movilizan para atacar a los invasores. (14)(15)
Los síntomas pueden incluir erupciones en la piel, dolor en las articulaciones e inflamación general.
Otros trastornos crónicos pueden estar relacionados con el intestino permeable.
Por ejemplo, los investigadores incluso han observado que los niños con autismo tienen tasas muy altas de intestino permeable y enfermedades inflamatorias del tracto gastrointestinal similares.
Evidentemente las personas que padecen la enfermedad de Crohn o síndrome del intestino irritable, el revestimiento intestinal parece ser más sensible a las lectinas de los alimentos.
Como tu organismo se protege de los efectos de las lectinas
Según el Dr. Steven R. Gundry en su libro Plant Paradox (16), muestra las principales vías de protección que tiene tu organismo para paralizar los efectos de las lectinas.
1#. El moco en la nariz y la saliva en la boca, colectivamente llamado mucopolisacáridos (es decir, muchos azúcares). ¿Adivinen para qué están esos azúcares? Para atrapar lectinas.
A veces cuando comes ciertos alimentos, sin saber por qué moqueas, ese es un síntoma de que los alimentos que estás comiendo tienen algunas lectinas.
2#. El ácido del estómago, que en muchos casos hace el trabajo de digerir ciertas proteínas lectinas, aunque no todas.
3#. Las bacteria en la boca y el intestino (parte de tu microbioma), que han evolucionado para consumir eficientemente lectinas antes de tener la oportunidad de interactuar con la pared de su intestino.
4#. Una capa de moco producida por ciertas células a través de sus intestinos.
Como el moco en la nariz, la boca, la garganta y extendiéndose hasta el ano, esta capa de mucosidad intestinal actúa como una barrera.
Trucos para reducir o neutralizar las lectinas
Los brotes. Dejar brotar algunas semillas, granos o legumbre disminuye el contenido de lectina.
Las lectinas en algunos granos y legumbres están en la capa de la semilla. A medida que germina, la capa se metaboliza, eliminando las lectinas.
Remojar y cocinar. ¿Alguna vez te has preguntado por qué la abuela se molestó en dejar en remojo un día antes, enjuagar y hervir para preparar las legumbres?
Para reducir los niveles de lectinas.
Fermentación. Esta es nuestra preferida, el proceso de fermentación prácticamente elimina las lectinas.
Esta podría ser la razón por la que las poblaciones más saludables se quedan con productos de soja fermentados como miso, tempeh, tamari y natto.
CONCLUSIÓN: Las lectinas son tóxicas, por eso es importante conocer que plantas tienen más lectinas y cuáles menos.
Las frutas y verduras aportan vitaminas, minerales y polifenoles, eso es excelente, pero algunas también tienen grandes cantidades de lectinas por eso hay que conocer cuáles son la más adecuadas.
Hasta pronto.
PD: Comparte este artículo con amigos y familiares para que ellos también conozcan esta información. Recuerda, es importante lo que comemos.
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Referencias del artículo
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