El yodo es un mineral esencial en la nutrición humana, sobre todo para un correcto funcionamiento de la tiroides.
En los países industrializados un gran porcentaje (1)(2) son deficientes en yodo, eso puede provocar un trastorno en la tiroides, el más común y conocido es el hipotiroidismo.
Además, a todo esto, hay que sumarle que muchos componentes ambientales son disruptores de la tiroides.
Cuando tienes deficiencia en yodo, hemos comentado que el hipotiroidismo es el más común, sin embargo, esa deficiencia puede provocar bocio, aumento de peso, depresión, fatiga… Etc.
El hipotiroidismo, resultado de la deficiencia de yodo durante el embarazo, es la principal causa de retraso mental y deficiencias neurológicas prevenibles en los niños. (3)
En mujeres, puede provocar además anovulación, infertilidad, hipertensión gestacional, aborto espontáneo en el primer trimestre de embarazo o muerte fetal. (4)
¿Por qué es importante el yodo para la tiroides?
El yodo es un elemento crítico necesario para producir las hormonas tiroideas esenciales que circulan en su cuerpo.
Estas hormonas son conocidas como T4 (tiroxina) y la más activa T3 (triyodotironina) que aseguran una señalización saludable entre la tiroides, el cerebro y el cuerpo para regular tu energía, peso, metabolismo celular, entre muchas otras funciones.
Desafortunadamente, los circuitos de retroalimentación entre la tiroides y el cerebro pueden alterarse fácilmente cuando no obtiene suficientes nutrientes específicos como yodo, selenio, tirosina y vitaminas B.
Sin embargo, el cuerpo no produce yodo, así que lo tienes que aportar a través de los alimentos o complementación.
Si tu cuerpo no tiene el yodo suficiente a diario, la tiroides no producirá las hormonas que son clave para el metabolismo energético.
El yodo es también un antioxidante importante en las células humanas.
De hecho, el yodo protege las partes más sensibles del cuerpo humano de la oxidación.
Según esta hipótesis médica: (5)
“Se sugiere un aumento de la necesidad de yodo como resultado de cambios significativos en la nutrición humana en lugar de una disminución del suministro de yodo ambiental para representar la principal causa de los trastornos de deficiencia de yodo”.
El pathomechanismo se basa en el hecho de que las concentraciones séricas de hormonas tiroideas, especialmente de triyodotironina (T3), dependen de la cantidad de carbohidratos dietéticos.
Las dietas con alto contenido de carbohidratos se asocian con concentraciones séricas de T3 significativamente más altas y niveles bajos de vitamina A, en comparación con dietas bajas en carbohidratos.
Uno de los efectos que produce es la reducción de hormonas sexuales.
Mientras que nuestros ancestros del Paleolítico subsistieron en una dieta baja en carbohidratos, la revolución agrícola hace unos 10.000 años provocó un aumento significativo de los carbohidratos dietéticos.
Estos cambios nutricionales han aumentado significativamente los niveles de T3 mientras se reducen los niveles de vitamina A.
Niveles más altos de T3 se asocian con una producción mejorada de T3 y un mayor requisito de yodo. El mayor requisito de yodo supera la disponibilidad de yodo de fuentes ambientales en muchas regiones del mundo, lo que resulta en el desarrollo de deficiencia de yodo.
Así es como funciona la tiroides.
La tiroides produce 85 mcg al día de la hormona T4 (tiroxina)(6) y 5 mcg de T3 (triyodotironina) al día en su estado basal normal.
Otros 25 mcg se hacen por monoiodinación periférica de T4 en T3 en los tejidos periféricos.
La conversión de T4 a T3 es estimulada por altos niveles de yodo que a su vez disminuye el PCR (proteína C reactiva).
Al comer alimentos que contienen yodo como los mariscos, principalmente, son eficaces igualmente para el intestino, donde se almacena mucha hormona T4.
¿Qué?
Sí, hemos dicho mariscos, alimentos procedentes del mar y eso es lo que debes comer en cantidades a lo largo de este otoño/invierno, otro día te explicaremos el motivo.
¿Y no puedo comer algas?
Sí, el alga kelp y el alga Nori, entre otras, tienen bastante yodo, sin embargo, a diferencia de los mariscos, estos no aportan DHA (en cantidades necesarias) para el desarrollo del cerebro humano.
Recuerda: El cerebro humano necesita para su desarrollo DHA + yodo.
Ahora tienes la pista de porque muchas dietas a nivel nutricional parecen no funcionan en otoño/ invierno.
CONCLUSIÓN: El yodo es un mineral esencial para la tiroides, los alimentos que más yodo aportan son los que salen del mar, los mariscos son nuestros preferidos porque además aportan DHA que ayuda en el desarrollo del cerebro humano.
Recuérdalo…
Hasta pronto.
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